The English version of Rigoberto's obituary immediately follows the Spanish version. Rigoberto Escobar Nació el 17 de Septiembre de 1945 en San Francisco Menéndez, El Salvador. Fallecio el dia Martes 28 de Abril de 2020 a la edad de 74 años en la ciudad de Indianapolis. Hijo de María Escobar y Gregorio Guevara. Rigoberto permancera en la memoria de su Esposa Yolanda Escobar con la que vivio 48 años de matrimonio, en la memoria de sus Hijos; Kelly E. (Elmer) Rivera, Javier U. (Nancy) Escobar, Karina Escobar, en la de sus Nietos; Kimberly, Elmer Jr., Hazel, Giezy, Javier Jr., Brian, Katherine, Angel y Genesis, y en la de sus Bisnietos; Austin, Sophia y Lucas. Rigoberto fue un Hijo amoroso y cariñoso, Hermano, Tío, Esposo, Padre, Abuelo, Bisabuelo. En 1989 dejó su país El Salvador, y se mudó a los Estados Unidos para ganar una vida mejor para su familia. Su deseo siempre fue proporcionar un futuro mejor para sus hijos. La familia siempre fue su prioridad. El vivió en Los Angeles, en Nebraska y finalmente se estableció en Indianápolis en 1996. Una de las cosas que el más amaba era la comida de su esposa. Le gustaba pescar, pasar tiempo con familiares y amigos en reuniones. El verano era su época favorita del año, le gustaba la jardinería teniendo su propio huerto con maiz , calabaza, tomates por nombrar algunas de sus cosechas y nunca faltaban las flores que a su esposa le gustaban. Le gustaba cortar el pasto de su casa y tambien el pasto del vecino. Siempre podías encontrarlo por las tardes disfrutando de un café y una pieza de pan. Rigoberto era reconocido entre sus vecinos como una persona humilde, un hombre fuerte, sin miedo alguno y de un gran corazón que siempre estaba dispuesto ayudar a cualquiera que lo necesitara. El iluminaba cualquier habitacion con su gran sonrisa y le gustaba bromear con todo el mundo. Admirado por muchos porque siempre trataba de servir a los demás. Era un fiel Cristiano dedicado a su iglesia y nunca se perdia un servicio, el siempre llegaba a temprano listo para saludar y recibir a todos con los brazos abiertos. Rigoberto será extrañado por muchos y siempre vivirá en vuestros corazones. Su vida fue una bendición y sera amado más allá de lo que las palabras puedan describir. Rigoberto Escobar, 74, of Indianapolis passed away on Tuesday, April 28, 2020. He was born in San Francisco Menendez, El Salvador to Maria Escobar and Gregorio Guevara on September 17, 1945. Those left to cherish Rigoberto’s memory are his loving wife of 46 years, Yolanda Escobar; children, Kelly E. (Elmer) Rivera, Javier U. (Nancy) Escobar and Karina Escobar; grandchildren, Kimberly, Elmer Jr., Hazel, Giezy, Javier Jr., Brian, Katherine, Angel and Genesis; and great grandchildren, Austin, Sophia and Lucas. Rigoberto was a loving, and caring son, brother, uncle, father, grandfather, great-grandfather and a devoted husband. In 1989, he left his country, El Salvador, and moved to the US to pursue a better life for his family. His desire was always to provide a better future for his children. Family was always his priority. He lived in Los Angeles, Nebraska and then finally settled in Indianapolis in 1996. One of the things he loved the most was his wife’s cooking. He enjoyed fishing, spending time with family and friends at BBQ gatherings. Summer was his favorite time of the year. He enjoyed gardening, growing his own vegetable garden and planting flowers that his wife loved. Among those vegetables, you could always count on him having corn, squash, and tomatoes. He liked mowing the lawn and often times you would find him mowing the neighbor’s lawn too. You could always find him enjoying his afternoon coffee with a pastry. Rigoberto was known by his neighbors as a humbled, fearless strong man with a big heart ready to lend a hand to anyone in need. He brighten up a room with his big smile and loved to joke with everyone. He was selfless and admired by many for always trying to serve others. He was a faithful Christian man devoted to his church. He never missed a service and always on time or the first one there ready to greet everyone as they arrived at the door. He welcomed them with open arms. Rigoberto will be missed by many and forever live in our hearts. His life was a blessing and is loved beyond words.